La supercomputación es un tipo de computación de alto rendimiento que usa ordenadores con altas capacidades de computación (superordenadores) para procesar cálculos complejos y grandes volúmenes de datos. Los superordenadores están compuestos por más de una CPU, interconexiones, sistemas de E/S, núcleos de procesador y memoria.
Rendimiento y procesamiento paralelo
El rendimiento de la supercomputación se mide en operaciones de coma flotante por segundo: FLOPS, por sus siglas en inglés «floating-point operations per second». El superordenador más potente actualmente supera los 1.190 Petaflops (PFlops). Un petaflop equivale a mil billones de flops. Aquí va la lista de los 10 superordenadores más potentes del mundo en la actualidad.
Los superordenadores contienen miles de nodos de computación que pueden colaborar para resolver problemas específicos complejos, gracias a la capacidad de comunicación de interconexión. El procesamiento paralelo permite que los procesadores trabajen de forma simultánea para resolver problemas complejos más rápido y con precisión. Además, los superordenadores destacan por su enorme capacidad de memoria primaria.
En lo que se refiere al sistema operativo, la mayoría de los superordenadores usan Linux porque es fácilmente personalizable, es compatible con cualquier carga de trabajo, ayuda a optimizar el consumo y los recursos, y no requiere licencia, entre otras razones.
Casos de usos de la supercomputación
La supercomputación sirve a diversos campos que requieren un alto nivel de potencia computacional para ocuparse de simulaciones, grandes volúmenes de datos y cálculos complejos.
Investigación
Los superordenadores se utilizan para numerosos proyectos de investigación en campos tan diversos como la sanidad, el cambio climático o la fusión nuclear. Contribuyen a la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer, previsiones meteorológicas, simulaciones físicas, modelización molecular, y mucho más.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial (IA) es otro campo en el que la supercomputación tiene un gran protagonismo. El procesamiento paralelo acelera los cálculos y el procesamiento de conjuntos de datos enormes, y su alta capacidad de memoria permite procesar grandes volúmenes de datos, así como aumentar la precisión de los modelos de IA.