Un servidor bare-metal es un servidor físico con un único inquilino (single tenant). Es decir, un servidor físico de uso exclusivo del cliente que lo contrata y que no se comparte con otras organizaciones o usuarios. Junto con los servidores virtuales, las redes y el almacenamiento, los servidores bare-metal son una parte esencial del modelo de servicio cloud IaaS.
Características y beneficios de los servidores bare-metal
Al tratarse de un tipo de servicio de cloud computing dentro del modelo IaaS, los servidores bare-metal permiten a las empresas delegar el coste y la complejidad de construir y gestionar sus propios servidores físicos. Asimismo, ofrecen numerosas ventajas, como:
- Control total sobre las máquinas físicas.
- Personalización del servidor para adaptarlo a las cargas de trabajo del proyecto.
- Alta escalabilidad.
- Rendimiento alto y predecible (sin sobresuscripción de recursos).
- Garantías de continuidad del negocio.
- Beneficios de seguridad y cumplimiento de la regulación relativos al uso exclusivo de los servidores por parte de las empresas.
Además, al contrario que los servidores cloud, los servidores bare-metal no tienen un hipervisor preinstalado. Así que los clientes tienen libertad total para implementar hipervisores y orquestadores. Las empresas pueden desplegar su infraestructura con cualquier sistema de virtualización (XEN, Docker, Kubernetes, KVM, Hyper-V, Proxmox, Citrix, VMware…) o sin virtualización.
Servidores bare-metal vs servidores dedicados
Ambos términos se suelen utilizar indistintamente dado que los servidores bare-metal son, de hecho, servidores dedicados que se ofrecen como servicio. Sin embargo, al contrario que los servidores dedicados tradicionales, los servidores bare-metal ofrecen tiempos de aprovisionamiento más cortos y más características y beneficios para las empresas, como las GPUs.
Servidores bare-metal en Madrid y Ámsterdam
Desde los 128 GiB de RAM y 12 cores físicos hasta los 768 GiB de RAM y 52 cores físicos, los servidores bare-metal de Stackscale superan en rendimiento a las soluciones tradicionales on-premise y a las soluciones de cloud público.
Son completamente configurables y ofrecen un nivel de control similar al de las soluciones in-house. Además de proporcionar rendimiento predecible y constante, costes predecibles y disponibilidad SLA de 99,90 %. Asimismo, incluyen acceso directo a soporte técnico especializado y monitorización de los servidores 24/7 para detectar fallos de hardware y conectividad, entre muchas otras características y ventajas.
Las empresas pueden optar por diferentes centros de datos de vanguardia altamente tolerantes a fallos en Madrid y Ámsterdam.