La georedundancia o redundancia geográfica permite a las empresas aumentar la disponibilidad, la resiliencia y la tolerancia a fallos. Contar con centros de datos distribuidos geográficamente ayuda a construir una estrategia de continuidad del negocio más sólida. También se conoce como «georeplicación» o «replicación geográfica».
¿Qué es la georedundancia?
La georedundancia consiste en replicar datos e infraestructura TI en múltiples centros de datos remotos. Su objetivo es proteger los datos y minimizar el tiempo de inactividad a fin de garantizar la actividad normal del negocio en caso de sufrir una interrupción inesperada en el servicio. Por lo que es especialmente relevante cuando se trata de servidores, datos y aplicaciones de misión crítica.
Al replicar geográficamente la infraestructura TI y los datos, las organizaciones pueden conmutar fácilmente aplicaciones y cargas de trabajo a una ubicación secundaria en caso de fallo en el data center principal. De este modo consiguen garantizar la continuidad del negocio y un impacto mínimo en el servicio. Una vez resuelto el incidente, los servicios pueden volver a la ubicación principal.
La interrupción de servicios de misión crítica puede tener un gran impacto en el negocio, desde una disminución de la productividad al empeoramiento de la satisfacción del cliente. Por eso la georedundancia entre data centers se ha convertido en un requisito para muchas organizaciones. Asimismo, también puede ser útil balancear cargas de trabajo durante picos de tráfico, lo cual potencia el rendimiento.
Diferencia entre redundancia y backups
Tanto la georedundania como los backups son una parte importante de la planificación de disaster recovery y continuidad del negocio. Permiten a los negocios retomar las operaciones con normalidad tan rápido como sea posible en caso de desastre, apagón o cualquier otro incidente grave.
Por un lado, los backups son esenciales para proteger los datos y aplicaciones de misión crítica. Crear copias de los datos permite restaurarlos fácilmente en caso de desastre o pérdida de datos para que el negocio siga operativo.
Por otro lado, desplegar una infraestructura TI redundante permite estar protegido frente a cualquier incidente que afecte al sitio principal. Va más allá de las copias de seguridad y garantiza la continuidad de otros recursos como la energía, el almacenamiento o la red. Por ejemplo, contar con data centers con redundancia UPS N+1, como mínimo, es esencial para proteger los servidores y otro equipamiento TI. Al igual que la HA y las soluciones de DR, la redundancia permite mejorar —e incluso reducir a cero— el tiempo objetivo de recuperación del servicio (RTO).
Georedundancia de backups
La redundancia y los backups están estrechamente relacionados. De hecho, se recomienda almacenar al menos una copia de seguridad en una ubicación remota, diferente a la de los sistemas principales de la empresa, siguiendo la regla de backups «3-2-1». Con esto se consigue mayor resiliencia y durabilidad de los datos.
En caso de fallo, las copias de seguridad están listas para ser recuperadas en una ubicación geográfica diferente, con un tiempo de inactividad y una pérdida de datos mínimos.
En Stackscale, los volúmenes de almacenamiento en red se georeplican completamente por defecto en otro centro de datos dentro de nuestra red.
Diferencia entre georedundancia y Alta Disponibilidad
Por un lado, la georedundancia implica disponer de recursos adicionales en un CPD secundario que estén preparados para asumir las cargas de trabajo del principal en caso de incidente. Esto proporciona cierto nivel de tolerancia a fallos.
Por otro lado, la alta disponibilidad (HA) implica disponer de recursos disponibles para usar en todo momento, independientemente de cualquier incidente que pudiera producirse. Así que la georedundancia puede formar parte de los mecanismos que ayudan a conseguir la HA.