Desde hace unos meses, Stackscale apoya a la asociación de estudiantes STAR de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). Les proporcionamos la infraestructura técnica que necesitan para poder llevar a cabo sus estudios y simulaciones sin limitaciones a nivel de capacidad de computación.
Desde el momento en que nos presentaron el proyecto, nos pareció realmente interesante; lleno de motivación y ambición. En la siguiente entrevista nos cuentan cómo empezaron, cómo ha evolucionado el proyecto y de qué recursos de computación requiere un proyecto así, entre otras cuestiones.
¿Cómo surgió STAR?
STAR, Student Team for Aerospace and Rocketry, surge como la materialización del interés por poner en práctica los conocimientos técnicos adquiridos durante la carrera y a través de un grupo de estudiantes de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Carlos III de Madrid. La idea de establecer un equipo de cohetería estudiantil tiene como origen el hecho de que las aplicaciones durante la carrera a la rama de espacio son limitadas, más aún en el área de lanzadores. Así como la falta de una cultura consolidada de equipos de cohetería amateurs y universitarios en nuestro país.
¿Cómo ha ido evolucionando el proyecto desde que empezasteis?
El progreso en el desarrollo de lanzadores suele ser exponencial y así ha sido en el caso de STAR, tanto en el número de miembros como en los avances tecnológicos. En su primer año como asociación, STAR contaba con menos de diez miembros, que consiguieron realizar con éxito dos lanzamientos de su primer vehículo: Rattlesnake.
A partir de ahí, el equipo fue aumentando el número de miembros hasta llegar a la situación actual. STAR está conformada, actualmente, por 64 estudiantes de multitud de disciplinas técnicas y de humanidades, procedentes de diferentes universidades de España.
En cuanto a los desarrollos técnicos, pese a la difícil situación que se ha vivido el pasado año, hemos conseguido comenzar la fabricación de nuestro último vehículo, Astrea-C, que alcanzará un techo de 5.000 m. Astrea-C es el primer vehículo supersónico que desarrolla el equipo.
No obstante, queremos seguir avanzando y, en esa línea, hemos comenzado ya el diseño de nuestro próximo vehículo. Éste será un cohete de dos etapas, con un techo estimado de 40 km. Esto implica un incremento significativo de la ambición del proyecto y de los desafíos tecnológicos que somos capaces de abordar.
¿Cuál es el objetivo principal de vuestro proyecto?
El principal objetivo de la asociación es el desarrollo de lanzadores que amplíen el alcance y los límites de la cohetería amateur y universitaria. Con ello, no solo aplicamos los conocimientos técnicos adquiridos durante nuestros estudios universitarios, sino que también ampliamos la profundidad de los mismos y su aplicación a un caso de gestión y desarrollo de proyectos análogo a un entorno industrial.
¿Qué es lo más emocionante de formar parte de STAR?
Lo mejor que tenemos en STAR ahora mismo, aparte de los desarrollos técnicos que realizamos —lo cual incluye la innovación en herramientas de diseño propias—, son las personas que lo componen. Estamos especialmente orgullosos de la diversidad de áreas de las que provienen nuestros miembros, lo cual crea un ambiente de aprendizaje diario. Por supuesto, el objetivo que nos motiva a todos nosotros es el de poder transformar un concepto y un diseño en un vehículo funcional; así como de disfrutar de la culminación del trabajo bien hecho el día del lanzamiento.
¿Por qué os interesaba contar con un servicio de infraestructura bare-metal como el de Stackscale?
Dentro de nuestra filosofía de diseño, una parte importante es la simulación del efecto de las condiciones de vuelo. No solo para verificar un diseño predefinido, sino para ser capaces de optimizar la geometría del vehículo, a fin de cumplir con éxito nuestros objetivos y requerimientos de misión.
Por supuesto, un estudio intensivo del vehículo como el que planteamos requiere de unas capacidades de computación muy altas y, por tanto, superiores a las que puede alcanzar un ordenador personal o incluso una infraestructura de uso común para investigación. Es por ello que la infraestructura de Stackscale nos permite tener más flexibilidad en los análisis que podemos realizar y agilizar el proceso de diseño, validación y verificación del vehículo.
¿Qué necesitáis de vuestra infraestructura IT?
El cuello de botella que hemos estado encontrando hasta ahora ha sido la memoria de trabajo computacional, que es una restricción importante a la hora de realizar cálculos de geometrías complejas y con altos requerimientos en cuanto a tiempo de integración y paso.
Por una parte, entre nuestras actividades relacionadas con la simulación del vehículo se encuentra el análisis CFD (Mecánica de Fluidos Computacional) de su geometría externa e interna. Lo cual incluye la optimización de la misma y el análisis de ciertos fenómenos transitorios como puede ser el flujo interno en la tobera. Por otra parte, nos encargamos de la verificación estructural y aeroelástica, así como del cálculo de misión y el estudio del problema de reentrada.
¿Cómo fue la migración hacia la infraestructura de Stackscale?
Principalmente esta migración se basa en la instalación de las licencias de software de cálculo flotantes de las que disponemos, así como en la configuración del acceso al servidor para los miembros del equipo. Aunque es un proceso que ya hemos realizado antes con servidores de cálculo de capacidades inferiores y, por tanto, estamos familiarizados con el mismo, hemos tenido que adaptarnos a las diferencias en la configuración de la infraestructura.
Descubre el caso de éxito de la colaboración entre STAR UC3M y Stackscale. Si también quieres saber más sobre nuestra infraestructura técnica bare-metal o nuestras soluciones de cloud privado, no dudes en contactar a nuestro equipo de expertos.