El edge computing es una arquitectura de computación distribuida, clave para aquellas aplicaciones que necesitan una latencia realmente baja, como los coches autónomos, el reconocimiento de imágenes en tiempo real o la realidad aumentada (RA). Este nuevo paradigma tiene su origen en las redes de distribución de contenidos (CDNs), creadas a finales de los años 1990 con el fin de acercar el contenido a los usuarios finales a medida que Internet seguía creciendo con rapidez.
¿Qué es el edge computing?
El edge computing es un paradigma de computación distribuida que consiste en acercar la computación y el almacenamiento de los datos al lugar en el que se generan. También se conoce como «computación de borde» o «informática de borde» en español.
Al aproximar las capacidades de procesamiento al lugar en el que se originan los datos es posible aprovechar muchas ventajas, como un ahorro de ancho de banda y una mejora de los tiempos de respuesta. Esto es esencial para aplicaciones que exigen tomar decisiones basadas en datos en tiempo real.
El edge está estrechamente relacionado con las soluciones de CDN, que aceleran las velocidades de carga y permiten a las empresas asumir grandes volúmenes de tráfico sin interrupciones. Además de actuar como una primera línea de defensa frente a los ciberataques.
La computación de borde está en auge debido al crecimiento exponencial del número de dispositivos conectados que conlleva la Internet de las cosas (IoT); y la ingente cantidad de datos que esto implica. Así que se espera que acabe por integrarse en los servicios cloud para descentralizar el consumo de datos de los centros de datos.
Los nodos de borde o edge son servidores seguros ubicados cerca del lugar en el que se crean y usan los datos, es decir, cerca del borde de la red. De modo que estén tan cerca como sea posible del usuario final. Para trasladar el procesamiento de datos al borde de la red, el desarrollo de la misma es esencial. Así que, las tecnologías 5G y la fibra óptica desempeñan un papel importante en la implementación exitosa de este nuevo paradigma de computación.
Edge Computing vs Cloud Computing
Aunque el edge computing y la computación en la nube comparten muchas similaridades, están orientados a propósitos diferentes.
Por un lado, el edge computing tiene como objetivo hacer frente al desafío de asumir enormes cantidades de datos generados por los dispositivos y sensores de la IoT; llevando el procesamiento de los mismos fuera del centro de datos. Por lo tanto, se centra especialmente en reducir el consumo de ancho de banda y la latencia para aplicaciones que requieren procesar en tiempo real los datos generados por usuarios y sensores.
Por otro lado, el cloud computing distribuye recursos de computación, red y almacenamiento a través de Internet. Este modelo de distribución facilita el despliegue de infraestructuras TI a las empresas sin comprar hardware propio ni gestionar y mantener un centro de datos propio. En este paradigma de computación, los datos se procesan en servidores remotos centralizados en centros de datos.
Computación de borde y soberanía de datos
El edge computing también puede tener un impacto positivo en la soberanía de los datos, una prioridad dentro de la UE. La privacidad, la protección y la soberanía de datos son aspectos clave para generar confianza y crear valor añadido a medida que la digitalización se expande cada vez a más sectores.