Cómo lograr alta disponibilidad con redundancia en centros de datos

qué es un centro de datos o data center

La capacidad de mantener un entorno operativo de forma continua es esencial para garantizar la continuidad de negocio y minimizar interrupciones de servicio muy costosas. Alcanzar una alta disponibilidad es fundamental de cualquier estrategia de tecnología e infraestructura robusta, ya que se traduce en experiencias de usuario eficientes y en la entrega de servicios de calidad.

En este artículo, exploraremos el papel crucial que juega la redundancia en los centros de datos como estrategia para fortalecer la alta disponibilidad. Además, analizaremos cómo diferentes modelos de redundancia contribuyen a este objetivo y cómo equilibrar el coste frente a la fiabilidad para lograr una solución óptima.

La importancia de la redundancia en los centros de datos

La redundancia en centros de datos es una estrategia esencial que implica la duplicación de componentes o funciones dentro de un sistema para mejorar su fiabilidad. Esta práctica actúa como una póliza de seguro en términos de hardware y protocolos, diseñada para mantener la funcionalidad operativa, incluso cuando partes de la infraestructura fallan.

Diseñar un sistema con redundancia garantiza que, si un componente falla, otro pueda tomar su lugar de inmediato sin interrumpir el servicio. Según una encuesta de Uptime Institute sobre la resiliencia de los centros de datos, el 80% de los directivos y técnicos de centros de datos han enfrentado algún tipo de interrupción en los últimos tres años, lo que puede tener repercusiones graves. Un ejemplo de ello es el incidente ocurrido en 2007 en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, donde un fallo en una computadora provocó la interrupción de vuelos internacionales durante nueve horas, resaltando los efectos en cascada de las fallas en los sistemas. También en el sector aéreo la interrupción de British Airways en 2017 en Reino Unido, donde un problema masivo afectó a su centro de datos provocando la cancelación de cientos de vuelos y afectando a más de 75.000 pasajeros. La causa se atribuyó a un fallo en el suministro eléctrico y el proceso de restablecimiento del sistema, de aquí la importancia de una buena gestión de la infraestructura y redundancia en los centros de datos.

La fiabilidad de un centro de datos es el guardián silencioso contra las catástrofes de pérdida de datos, un amortiguador ante el tiempo de inactividad y un catalizador de eficiencia para las operaciones. Más allá de la protección de datos, la redundancia asegura la continuidad del negocio, fomenta la confianza y satisfacción del cliente al proporcionar una experiencia sin interrupciones, y protege contra las posibles pérdidas financieras derivadas de paradas operativas.

Aunque los costes iniciales de implementar medidas de redundancia pueden parecer elevados, es vital cambiar la perspectiva: invertir en redundancia no es solo un gasto, sino una salvaguarda. Es una medida proactiva para evitar las consecuencias potencialmente devastadoras de las fallas del sistema, que pueden costar mucho más a largo plazo que la inversión inicial en sistemas redundantes.

Componentes clave que requieren redundancia

Para garantizar una alta disponibilidad, es fundamental que varios componentes del centro de datos cuenten con redundancia:

  • Servidores o nodos de computación: La redundancia en estos nodos de computación o servidores dedicados permite una transición fluida a servidores de respaldo sin interrupción del servicio en caso de fallos. Si bien esta parte depende de cada cliente y proyecto, siempre que sea necesario contar con un RTO y RPO igual a cero o cercano será necesario contar con múltiples nodos, incluso repartidos en varios centros de datos.
  • Sistemas de almacenamiento redundantes: Aseguran que no haya un único punto de fallo dentro de la infraestructura de almacenamiento de datos, protegiendo contra la pérdida de datos y permitiendo una rápida recuperación y continuidad.
  • Sistemas de refrigeración redundantes: Son esenciales, dado el calor generado por la computación de alta potencia. Sistemas como los CRAC (Computer Room Air Conditioning) en centros de datos evitan el sobrecalentamiento y aseguran un rendimiento óptimo.
  • Redundancia de red: Minimiza el riesgo de pérdida de conectividad debido a un único punto de fallo en la red. Stackscale ejemplifica esto con sus centros de datos geográficamente dispersos que cuentan con conexiones de red redundantes.
  • Suministros de energía redundantes: Como los múltiples UPS y salas de baterías redundantes en Stackscale, garantizan que, incluso ante interrupciones en el suministro eléctrico, el centro de datos siga operando sin problemas.

Tejiendo una red de redundancia a través de servidores (nodos), almacenamiento, energía, refrigeración y sistemas de red, los centros de datos como los operados por Stackscale son ideales para garantizar alta disponibilidad. Este enfoque de múltiples capas añade una protección adicional y asegura un servicio continuo con el máximo tiempo de actividad, ideal para todo tipo de soluciones de misión crítica.

El papel de la redundancia en la mejora de la alta disponibilidad

La alta disponibilidad se refiere a la capacidad de un sistema para permanecer operativo y accesible, minimizando la posibilidad de inactividad que pueda interrumpir las operaciones comerciales. Es una métrica clave del rendimiento de cualquier centro de datos, reflejando su fiabilidad y eficiencia.

La relación entre la redundancia y la alta disponibilidad es de refuerzo mutuo. La redundancia actúa como un mecanismo de seguridad, donde si un componente falla, otro lo reemplaza de inmediato, mitigando riesgos y mejorando la tolerancia a fallos.

Por ejemplo, en un sistema con redundancia de red, si un enlace de red falla, el flujo de datos se redirige instantáneamente a través de rutas alternativas, manteniendo la conectividad. Sin redundancia, un único punto de fallo podría llevar a un tiempo de inactividad significativo, interrumpiendo servicios y causando daños financieros y de reputación.

Las soluciones de infraestructura de Stackscale ofrecen alta disponibilidad. La infraestructura de la empresa está diseñada para minimizar el tiempo de inactividad mediante un entorno robusto y redundante que asegura la continuidad operativa incluso cuando fallan componentes individuales.

Modelos de redundancia: N+1, 2N y 2N+1

Los modelos de redundancia en el diseño de centros de datos dictan la fiabilidad y robustez de la infraestructura. Comprender los detalles técnicos de estos modelos es crucial para adaptar el diseño del centro de datos a los requisitos operativos y la tolerancia al riesgo de un negocio.

  • N+1: Proporciona un enfoque sencillo a la redundancia, donde “N” representa el número de componentes necesarios para operar el sistema en condiciones normales, y el “+1” indica un componente de respaldo adicional.
  • 2N: Implica tener un conjunto completo de componentes duplicados para cada uno necesario, asegurando que incluso múltiples fallos simultáneos puedan ser manejados sin problemas.
  • 2N+1: Va un paso más allá del modelo 2N, añadiendo una capa extra de protección, ideal para sistemas donde el tiempo de inactividad es extremadamente costoso o peligroso.

Relación entre los niveles de redundancia y las categorías de centros de datos

Los niveles de redundancia en los centros de datos están estrechamente relacionados con las categorías de centros de datos, que se suelen clasificar de Tier 1 a Tier 4, en función de su disponibilidad y rendimiento. Estos niveles definen las características de redundancia y el tiempo de actividad que se puede esperar de un centro de datos.

Stackscale destaca por su infraestructura diseñada con redundancia completa para proporcionar una experiencia de infraestructura de alta calidad, respaldada por un tiempo de actividad garantizado del 99,9%.

En resumen, implementar una estrategia de redundancia óptima es esencial para garantizar una alta disponibilidad y tolerancia a fallos en los centros de datos. Stackscale se posiciona como un socio ideal en la búsqueda de una solución de infraestructura confiable y redundante, ofreciendo una infraestructura resiliente y servicios premium que aseguran la continuidad operativa y el crecimiento empresarial.

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