¿CAPEX u OPEX? No hay una solución que valga para todos los negocios. Así que tomar una decisión bien fundada es sin duda la mejor opción. La rentabilidad y la agilidad son clave para la competitividad en una economía en continuo cambio. Pero también hay muchos otros aspectos a tener en cuenta.
CAPEX vs OPEX
Mientras que las grandes inversiones de capital en TI pueden ser una barrera para la competitividad, las soluciones cloud permiten a negocios de todos los tamaños beneficiarse de nuevas tecnologías con mayor rapidez y rentabilidad. Por eso, aunque la repatriación desde la nube está ganando popularidad entre los CIOs y CTOs, esta no suele implicar la vuelta a un centro de datos on-premise. En este aspecto, merece la pena abordar la comparación «CAPEX vs OPEX».
CAPEX: Gastos de capital
El modelo CAPEX es en el que se basan las soluciones de TI tradicionales. Los gastos de capital o CAPEX (del inglés Capital expenditure) hacen referencia a la cantidad de dinero que una empresa gasta en la adquisición de bienes y su mejora. Al permanecer en la empresa durante varios años, los bienes adquiridos por una empresa se deprecian con el tiempo.
Los gastos de capital se consideran una inversión y no se pueden deducir anualmente, ya que su vida útil es superior. Estos pueden ser tangibles (hardware e instalaciones) o intangibles (licencias de software y propiedad intelectual). Un ejemplo simple de CAPEX en proyectos de TI es la compra de un servidor.
Al reducir el CAPEX en infraestructura IT, las empresas pueden reducir tanto los gastos de capital como los operativos. Ya que, además de la gran inversión necesaria para la compra de equipos informáticos, existen numerosos costes operativos asociados a su gestión, mantenimiento, actualización, reparación y eliminación.
OPEX: Gastos operativos
El modelo OPEX es en el que se basan las soluciones en la nube. Los gastos operativos u OPEX (del inglés Operational expenditure) hacen referencia a la cantidad de dinero que una empresa gasta en servicios necesarios para mantener el negocio en funcionamiento (gastos de suministro, salarios, etc.). Los gastos de operación se pueden deducir anualmente. Un ejemplo sencillo de OPEX en proyectos de TI son los gastos relativos al mantenimiento de un servidor.
Al optar por un modelo OPEX, las empresas no necesitan hacer grandes inversiones en equipos e infraestructura ni asumir compromisos a largo plazo. Por el contrario, pueden asignar recursos a las tareas e inversiones que aportan más valor a su negocio y clientes.
Asimismo, el cambio de un enfoque CAPEX a un enfoque OPEX en TI no solo ayuda a reducir costes sino que también proporciona muchas otras ventajas. Por ejemplo: mayor productividad, mejor tiempo de actividad garantizado por SLA y más agilidad para crecer a demanda. Además, cabe destacar que un entorno cloud combinado con servicios gestionados también puede reducir significativamente los costes operativos.
Ventajas principales de cambiar de un modelo CAPEX a un modelo OPEX
Migrar de on-premise a la nube aporta muchos beneficios a las empresas, mucho más allá de la rentabilidad y la escalabilidad. Estos son algunos de los más importantes:
- Enfoque pay-as-you-go. Las empresas pueden invertir su capital disponible en soluciones que generen más ingresos como I+D, generación de lead o desarrollo de producto.
- Gestión y mantenimiento delegados. Los equipos técnicos pueden centrarse en tareas que aporten más valor al negocio y a los clientes. Esto permite a las empresas aumentar la competitividad y llegar a nuevos mercados.
- Mayor escalabilidad y agilidad. Los negocios pueden escalar su infraestructura siempre que lo necesiten. Pueden actualizar su infraestructura técnica con más rapidez para adaptarse a las necesidades cambiantes del negocio; y así aprovechar nuevas oportunidades.
- Mayor disponibilidad, redundancia y seguridad.
- Continuidad de negocio y disaster recovery mejorados. Los proveedores cloud como Stackscale ofrecen un alto nivel de redundancia y seguridad, de modo que las empresas pueden conseguir el nivel de continuidad de negocio que necesitan para sus sistemas de misión crítica, a un precio más competitivo. Asimismo, la mayoría de los proveedores cloud ofrecen soluciones de recuperación ante desastres adaptadas al DRP de cada negocio.
En resumen, dado que el cloud computing está en el centro de los procesos de transformación digital, encontrar la solución más adecuada para cada proyecto es una prioridad para las empresas. Así que, la colaboración estrecha entre los equipos tecnológicos y financieros es clave para gestionar con éxito los costes de TI y sacar el máximo partido a las inversiones.
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